A las puertas de la final, Luis Aragonés
(Madrid, 1938), el seleccionador que cambió el estilo y la historia de la selección española, analiza vía
telefónica algunas de las claves de la final de
mañana ante la renovada Italia y los problemas que ha tenido España para tener
una posesión de balón más dañina y profunda. Con todo, asegura que el estilo
que él impuso se mantiene en esta Eurocopa.
¿Le ha sorprendido algo
de esta Eurocopa?
No me he llevado ninguna sorpresa importante.
Sabíamos que España era la gran favorita y en su rodar ha llegado hasta la
final. Si acaso, me ha sorprendido la alineación de Alemania ante Italia. Los
alemanes han estado bien hasta que Italia le ha demostrado que no puede jugar a
ser un equipo que tenga tanta posesión porque no tiene los jugadores necesarios
para ello. Salvo Özil, sus centrocampistas son más de llegada y fuerza física.
Los italianos les presionaron bien y demostraron que los alemanes no tienen
esos futbolistas con tanta seguridad en el pase como los españoles. Para imitar
un estilo tienes que tener a los futbolistas adecuados.
¿Qué lectura hace del
cambio de estilo de Italia?
Italia siempre es una selección complicada en los
grandes torneos, pero no ha cambiado tanto.
Pero ahora tienen más la
posesión del balón.
Con algunas selecciones sí ha tenido más
posesión, contra España, no. Sí que es cierto que ahora han incluido jugadores
que tienen un trato de balón muy bueno y no para jugar permanentemente al
contragolpe. Los centrocampistas de Italia se acercan al nivel de los de
España.
Que es un jugador técnicamente muy bueno, con
una seguridad en el pase extraordinaria y que, pese a tener una edad
importante, sigue siendo grande.
¿Cómo manejaría usted un
carácter como el de Balotelli?
Aparentemente es un chico difícil y complicado
por esos arranques que tiene, pero el entrenador debe trabajar en el plano
individual y colectivo y Prandelli lo está llevando bien. Con Cassano ha
sucedido igual, ha sido y es un gran futbolista. Hay jugadores especiales a los
que hay que sobrellevar para quitarles la ansiedad.
¿De cara a la final se
puede extraer alguna conclusión del primer enfrentamiento?
El planteamiento de España va a ser el mismo
porque es un equipo que tiene una seguridad plena en lo que hace, en buscar el
control del partido a través de la posesión del balón. Italia nos va a
presionar arriba como hizo en el primer partido. Para superarles la velocidad
de circulación de la pelota tiene que ser superior y con mucha precisión.
En el primer duelo,
Italia salió bien por las bandas con las aperturas de Pirlo. ¿Cómo se frena
eso?
Va a ser complicado
porque habrá momentos en los que no se pueda tener el control del partido.
España tiene que pensar en superarles técnicamente, aunque no va a ser fácil.
¿En qué momento decidió
usted que había que cambiar el estilo de España?
Nada más llegar al cargo. Empezamos a traer
jugadores técnicamente muy buenos. Y comenzamos con extremos, con Reyes y
Joaquín.
¿Le costó mucho deshacerse de los extremos con la cultura
que en esos momentos estaba arraigada en el fútbol español?
Costó lo justo, mantuvimos a los jugadores que
dieron todo lo que llevan dentro y nos dieron un rendimiento que demandábamos
para la idea de juego que teníamos en mente. El proceso que se dio hasta llegar
al estilo definitivo fue una selección natural de los jugadores.
Usted decía que España
tenía una condición física de base inferior a las de Alemania o Francia.
¿Descubrió que lo que sí había era una condición técnica de base para tocar
todo el partido?
Claro, no teníamos una condición física para
correr o chocar los 90 minutos, pero sí para tocar.
¿Presncindir de Raúl fue
porque no valía para esa forma de jugar?
No, a Raúl le iba el
estilo porque tocaba bien, pero en su juego ya no había la velocidad para el
desmarque. También había otros jugadores como Villa y Fernando Torres que sí la
tenían.
¿Qué le dijo a Xavi para
mentalizarle de que tenía que ser el referente y el futbolista más importante a
la hora de marcar el estilo?
No solo hablamos con Xavi. Psicológicamente se
le trató a cada uno individualmente y se habló con el equipo también en plan
general.
¿Cuántas veces repitió a
los jugadores que la pelota tiene música?
Muchas, pero también otras palabras que iban
dirigidas a remarcarles que, en el fútbol, si se juega bien, también se puede
ganar.
¿Reconoce a esta
selección española en la suya?
Sí, la idea se mantiene y los jugadores son un
75% de los que estuvieron conmigo, aunque Del Bosque ha ido incorporando
futbolistas nuevos.
¿Cómo entrenador, qué
sintió con aquel ejercicio primoroso de toque que fue la semifinal de 2008 ante
Rusia?
Aquel fue un gran partido, pero hubo otros muy
buenos antes incluso de que empezáramos a competir en Austria. Llegamos al
torneo con la sensación de que el grupo había aceptado y asimilado bien la idea
de juego que tratamos de implantar.
Los contrarios nos van conociendo y nos
presionan más y eso nos ha quitado un poco de posesión. En el fútbol de ataque
es importante el movimiento y una velocidad alta de transición y de circulación
de balón. Cuando los rivales te dificultan no se ve tan rápido el pase ni los
espacios.
¿La ausencia de Villa
también ha influido en eso?
Además de por sus goles, la baja de Villa ha
sido letal sobre todo en el juego cercano al área. Acelerar es vital en esos
últimos metros. Torres, estando bien, también es importante por su velocidad en
los desmarques de ruptura.
¿Cuál es la solución
cuando se toca y se toca y no aparecen los espacios?
Acelerar en el apoyo al compañero que tiene el
balón y en el pase y abrir bien el campo.
¿España no está
presionando tan arriba como hacía por la condición física o por la ausencia de
Puyol?
Cuando los contrarios te complican no es fácil
robar después de perder el balón. El mejor partido de España ha sido contra
Irlanda, que sí se presionó arriba, pero en líneas generales, la nuestra es la
selección que más ha atacado.
EL PAIS
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