Hay ruido en la selección española: ha llegado
la hora de competir, dicen unos y otros, encantados con verse ante la situación
que más les gusta, a la que están acostumbrados la inmensa mayoría, al límite.
Eso es lo que esperan del partido de mañana ante Francia, ese
cosquilleo en las tripas que ha hecho de esta generación una estirpe ganadora.
“Son jóvenes, deben saber que la carrera pasa rápido y que lo que no ganen hoy
no volverá”, dice machaconamente Vicente del Bosque. El mensaje cala, porque
los futbolistas son conscientes de que están en un nirvana que difícilmente se
reproducirá. Los jugadores, sobre todo el núcleo duro, Casillas, Xavi y
compañía, no paran de ponerse retos por delante. El inminente, ganar por primera vez a Francia en un partido oficial.
El siguiente, ser la primera selección de la historia en encadenar dos
Eurocopas con un Mundial por el medio. No olvidan aquella frase lapidaria, como
casi todas las suyas, de Luis Aragonés, en Austria 2008: “Hemos venido a ganar,
no a jugar”.
Xavi
No
hace falta que el técnico salmantino insista mucho en los objetivos, en motivar
al grupo. Nadie parece saciado. No hay selección en el planeta con estos
números: si se suman las finales de Eurocopa, Mundial, Liga de Campeones y Liga
Europa. Entre los 23 convocados españoles han estado en 60 —al menos en las
plantillas— y han ganado 54. Algunos, ni siquiera saben lo que es perder en el
día clave. Casillas, Valdés, Albiol, Piqué, Juanfran, Ramos, Iniesta, Xavi,
Busquets, Cazorla, Navas, Silva, Pedro, Mata y Torres han ganado todas. Por
algo, tres de los cinco jugadores centenarios de España están actualmente
alistados en sus filas: Casillas, Xavi y Xabi Alonso, que los cumplirá ante
Francia. Zubizarreta y Raúl, que por circunstancias del fútbol se fueron de
vacío a nivel internacional, son los otros dos.
Suele
sostener Pep Guardiola que los meses más complicados durante la temporada son
“los que no huelen a títulos”, y varios de sus jugadores en la selección lo
asimilan a la fase de grupos. Txiki Begiristain repetía en sus tiempos como
secretario técnico azulgrana que hay futbolistas para jugar y hay jugadores
para competir y ganar. De estos últimos abundan en España, hasta el punto de
que, por ejemplo, Víctor Valdés, que es probable que no dispute un minuto en
esta Eurocopa, es un suplente con 20 títulos en la mochila. O el de Mata y
Juanfran, otros reservas sin bautizarse, que acaban de ganar hace apenas un mes la Liga de Campeonesy la Liga Europa, respectivamente. O el de
Javi Martínez y Llorente, que ya saben lo que es disputar dos finales de Copa y
otra europea. Por eso, muchos jugadores, entre ellos Xavi, recalcan: “Estamos
listos, ahora empieza la verdad, otro campeonato, es hora de competir”. “Pasada
la primera fase, toca ganar o ganar”, apunta Casillas, que, como la mayoría, se
siente más a gusto cuando no hay nada que negociar con el resultado, cuando
todo es cara o cruz. Es lógico, ha sido, como para muchos, lo habitual en su
carrera desde párvulos.
Hasta
ahora, España ha gestionado de varias maneras sus tres primeros encuentros y,
es verdad, como muchos jugadores reconocen en privado, que no se han sentido
del todo cómodos especulando con el resultado, sobre todo ante Croacia. Su escenario es
otro. El que llega a partir de mañana ante Francia. “Croacia es Chile”, subraya
Piqué, en referencia al partido que España tuvo que jugar en
Sudáfrica tras perderen su estreno contra Suiza, y desliza el
central: “Las primeras fases son muy particulares, salimos listos tras jugar
con Chile y ahora salimos igual, estamos calentitos”. Incluso, los que ni
siquiera han debutado. No hay, al menos a la vista, dobleces: “A este paso no
llego ni a los 25 partidos”, bromeaba Juanfran, que lleva una
internacionalidad, con Mata tras el choque con Croacia.
Casillas
Resuelta
la clasificación, futbolistas y técnicos se explican cada día ante la prensa.
Se les nota ansiosos por competir, la palabra mágica de estos días, en partidos
sin otra vía que la victoria y no la calculadora. Y no tienen reparos en
reconocer que el juego no ha sido el habitual. Lo dice el propio Del Bosque.
“En cuanto a la estética del juego, quizá podría haber sido mucho mejor, pero
creo que hemos sacado adelante los resultados. Es cierto que el último partido,
que ha causado más trastorno, a lo mejor no lo hicimos del todo bien. Pero
enfrente tuvimos una selección muy fuerte como la croata, que se cerró atrás
muy bien y no nos dejó jugar con la comodidad de otras veces”. Eso es lo que
esperan recuperar ante Francia, una selección a la que todos valoran como
merece, y más tras la mutación forzada por Laurent Blanc. “No será un paseo”,
advirtió Casillas con el mismo fuego en los ojos que el resto de sus
compañeros. A esta generación, gane o pierda, le va el vértigo. Su campeonato
empieza mañana. Eso dicen, ellos y su trayectoria.
JOSE SAMANO
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