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HOY EN FUTBOL GARRINCHA: "EL MENU DE LA EUROCOPA"

viernes, 15 de junio de 2012

"PLATINI ERA LA SENSIBILIDAD EN UN EQUIPO MUY FISICO"



Tigana se acerca a Platini y le confiesa al oído: “Nunca he ganado una tanda de penaltis”. Son las semifinales de la Eurocopa de 1984, Francia juega en casa, pero Portugal manda. Las palabras del jugador del Girondins de Burdeos no impresionan al estandarte de la selección bleu.Como si el gol obedeciera a sus órdenes, Platini marca a 47 segundos de los penaltis (3-2). Platini acaba el torneo con nueve tantos en cinco partidos, más que nadie en la historia de la competición; convertido en el único futbolista que ha encontrado la red en todos los encuentros de una fase final y coronado campeón tras golear también en la final contra la España de Miguel Muñoz (2-0).

Es el último acto de una obra maestra. Ni Camacho, reputado marcador, pudo impedir que Platini firmara un curso de ensueño: en 1984 ganó la Liga, la Recopa y la Supercopa con el Juventus, y la Eurocopa con Francia; fue el máximo goleador de Italia (20 tantos) y del campeonato de selecciones (9) y se llevó el Balón de Oro. “El más grande”, tituló France Football.

Es 1984. En los estadios flamean banderas tricolores. Hay días en que los árbitros tienen que desalojar gallos de cresta roja del césped, al que llegan las aves lanzadas por el público, orgulloso de su símbolo y sus gallos, que son los futbolistas de su equipo. En ese gallinero manda Platini, quien, según cuentan los libros, vive el torneo con una intensidad nunca vista. Jamás había ganado Francia un gran trofeo por equipos. Poco amigo de la preparación física (“no vamos a competir en los 5.000 metros de los Juegos; a esto se juega con los pies”, solía decir), asalta la cita en condiciones óptimas. Esto no es el Mundial de España 1982, en el que compitió con una pubalgia. Esto no es el Mundial de México 1986, en el que jugó con una bursitis. Esto, la Eurocopa de 1984, es la oportunidad de que muera un apodo malicioso: Les champions du monde des matches amicaux, los campeones mundiales de los partidos amistosos.

Las emociones disparan a un Platini magnífico. “Es el líder, el finalizador”, dice Muñoz, el seleccionador español, en la víspera de la final; “guardando las distancias y sin querer comparar sus estilos, Platini es como Di Stéfano. Se mueve por donde quiere, busca huecos, desplaza el balón al pie del compañero, chuta con los dos pies, cabecea y pelea. Además, atraviesa un momento inspiradísimo”. Y, claro, Muñoz decide que a Platini le marque el fiero Camacho.

“La idea fue frenarle de una forma que ahora no se lleva, pero que entonces sí: con un marcaje individual”, recuerda Gordillo, quien, sancionado, vio aquella final desde fuera. “Lo mismo que hizo Hugo Sánchez, cuando entrenó al Almería, para frenar a Xavi lo quisimos hacer nosotros con Camacho para frenar a Platini, que era muy listo: vivía del desmarque para hacer la jugada y crear peligro”, agrega sobre el hoy presidente de la UEFA y entonces un futbolista indetectable que jugaba en constante movimiento y atacaba la portería al espacio.

“Sabíamos que a todo el mundo le molesta tener un tipo detrás, que fastidia verle siempre al lado cuando recibes el balón, que aburre. La idea era encimarle. Que, al pasar el medio campo, sintiera un marcaje fuerte porque, cuanto más espacio le dabas, más peligro creaba”, concluye.

En aquella Eurocopa, Platini dominó todas las caras del gol. Marcó con la cabeza, con la pierna derecha, con la izquierda, de falta y de penalti. Solo él ha sido capaz de marcar dos tripletes en la misma cita. Con su melena siempre peleada con el peine, fue un delantero móvil que, sin embargo, dejó una huella indeleble: probablemente, nunca un futbolista dominó de forma tan clara un torneo.

Aquel gol a Arconada...

Se dice que Arconada tardó mucho tiempo en asimilar aquel error en la final de la Eurocopa, cuando Platini le coló entre el suelo y el cuerpo un balón malintencionado.Se dice, incluso, que aún no lo ha superado y por eso rehúye las apariciones públicas, que inevitablemente están expuestas a que le hablen del famoso gol de Platini. En España, el actual presidente de la UEFA siempre será recordado por ese gol que probablemente estará en los últimos lugares de su lista de dianas porque tuvo más que ver con la fortuna que con la belleza. Fue uno de esos goles que estigmatizan al que lo encaja y pasan a la historia de quien lo logra.

Francia, 2; España, 0

Francia: Bats; Battiston (Amorós, m. 72), Le Roux, Bossis, Domergue; Giresse, Tigana, Luis Fernández, Platini; Lacombe (Genghini, m. 80) y Bellone. Seleccionador: Michel Hidalgo.

España: Arconada; Urkiaga, Salva (Roberto, m. 85), Gallego, Julio Alberto (Sarabia, m. 77); Víctor, Francisco, Señor, Camacho; Santillana y Carrasco. Seleccionador: Miguel Muñoz.

Goles: 1-0. M. 57. Platini, de falta directo que se le cuela a Arconada bajo el cuerpo. 2-0. M. 90. Bellone.

JUAN JOSE MATEO

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